Continuando con mi ciclo particular de Roberto Rosselini,, una vez finalizada la llamada «Trilogía Neorrealista o Trilogía de la Guerra», y tras la película de transición L’Amore (1948) (con Anna Magnani), llegamos a la denominada «Trilogía de Ingrid» y dentro de la misma hoy traigo «Europa 51 » de 1952
En ella un rico matrimonio estadounidense, lleva una vida burguesa en Roma, frívola y superficial , ajenos a los esfuerzos que realiza buena parte de la población romana, por sobrevivir a las penurias de la post guerra.
Su hijo de apenas doce años ( la misma que Edmund Kolher. en Alemania Año Cero) , goza de todos los privilegios y caprichos de su clase , salvo por la sobreprotección de su madre que no quiere enviarlo a un colegio y , al mismo tiempo , la falta de atención de la misma hacia él.
En los primeros minutos de película, se respira la profunda triteza e infelicidad del niño que, en su desesperación, se suicida .
Paralelamente , Rossellini nos sitúa en el contexto político de los años cincuenta, donde el enfrentamiento entre los dos grandes bloques mundiales ya era una realidad y se había iniciado la guerra fría con un esclada de hostilidades entre el capitalismo occidental y el sistema comunista del bloque soviético.
Irene Girard (Ingrid Bergman) cae enferma de dolor y remordimiento, por no haber sido capaz de dedicarle más atención a su hijo fallecido ( de nuevo, la muerte de un niño y el profundo dolor de los padre, al igual que Rossellini que perdió a su hijo de nueve años en 1946) .
En busca de redención para su profunda tristeza y pesar, Irene comienza a visitar los barrios pobres de la ciudad y toma consciencia de la vida tan vacía y sinsentido, llegando a odiar su pasado y todo lo que forma parte de él.
Rossellini, aprovecha para mostrarnos el mundo obrero de Roma, las fábricas de horarios interminables y nulas condiciones . En una situación de casi esclavitud, llega a expresar Irene poseedora de una nueva consciencia social, trabajadoras encadenadas a las máquinas. Por otra parte, en el reverso está el personaje de Giulietta Masina, pobre y abandonada pero llena de vida y positivismo . Se dedica a recoger y cobijar a todos los niños abanados en unas calles aún destruidas o a medio reconstruir. Una vida pobre, pero llena de amor.
Irene ( Bergman) decide abandonar su hogar y su vida pasada, para entregarse al amor que siente por los más necesitados. Un amor hacia los demás sin condiciones, tal y como son, con sus defectos y miserias. Un camino desconocido hasta ese momento para ella, que le permitirá alcanzar la felicidad
Al parecer , la idea surgió durante el rodaje de «San Francisco, juglar de Dios» en 1950. Alguien del equipo apuntó:
«si hoy viviese San Francisco, la sociedad lo tomaría por un loco»
Efectivamente, los distintos poderes fácticos que rodean a Irene, no comprenden sus ideales, pensando que tal vez se haya convertido en una comunista o quiera abrazar la fe ingresando en un convento.
Me parece el film más político de Rossellini, que desde los inicios de su estilo neorrealista, quiso acercarse a la realidad social del pueblo, más desde una perspectiva religiosa y poética que sociopolítica
La interpretación de Ingrid Bergman, es soberbia . El contraste que consigue con su elegante caminar y forma de vestir, su rostro sereno y bellísimo, contrasta con con los rostros de los suburbios pobres, personajes harapientos , de vulgares formas y rostros curtidos.
La sociedad de la post guerra no iba a premitir la existencia de un personaje esencialmente buenos y generoso. Una obra imprescindible!!
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Ingrid Bergman como Irene Girard |
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El profundo dolor de Irene por ver a su hijo postrado |
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Buenos propósitos que llegan tarde |
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La transformación de Irene y su nueva conciencia social |
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Maravillosa Giulietta Masina |
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Todos desconfían de la nueva Irene |
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Solo sus pobres necesitados, parecen corresponder a su amor |