La película Jackie de 2016 dirigida por el chileno Pablo Larraín, supone su primera incursión en el cine norteamericano. De la película cabe resaltar que está magníficamente ambientada, capta con precisión la atmósfera de aquellos turbulentos años y es fiel en la reconstrucción de unas imágenes que dieron la vuelta al mundo. En cuanto a Natalie Portman, nos ofrece una interpretación sobria, elegante y muy creíble de la Primera Dama, más mediática del siglo XX.
Lo que más me ha interesado de la película, es la reivindicación de la figura de Jacqueline Kennedy y de su entereza, momentos y días después de presenciar el asesinato de su marido hasta la celebración de su funeral.
Gracias a la introducción de flash backs, Larraín nos lleva de la famosa entrevista para la revista Life, en la que habló de los años de Kennedy como «los años de Camelot», hasta el shock que supone tener los sesos desparramados de tu marido en tus brazos y rostro, la rápida y chapucera jura del cargo del nuevo Presidente Johnson, la dolorosa pérdida de poder como Primera Dama o la lucha con «mamá» Rose Kennedy y las nuevas fuerzas gobernantes sobre los funerales de John F. Kennedy.
Larraín dignifica la templanza de ésta mujer en tan difíciles momentos. Una mujer que junto a su marido cambió la vida en la Casa Blanca con solo 31 años. Ambos planificaron numerosos actos sociales, que les llevaron a ser protagonistas de la vida cultural de Estados Unidos. Apoyaron el arte, la música, organizaron actos sociales con los ganadores de los Premios Nobel y transformaron, con su juventud y educación ilustrada, el ambiente decadente, caduco y, un poco, apolillado, de los anteriores inquilinos de la Casa Blanca.
Sin embargo, Jackie fue conocida por sus conciudadanos por ser una mujer que gastó mucho dinero en la renovación de la imagen de la Casa Blanca. En 1962 realizó una visita guiada de la Casa Blanca para la televisión y mostrar al gran público y a los votantes su primer gran proyecto: dotar a la Casa Blanca de contenido histórico. Como estudiosa de la Historia de América, en la Universidad de Georgetown en Washington DC. trabajó con ahínco en la recuperación de un pedazo de la historia de su país, adquiriendo muebles antiguos, retratos originales de anteriores presidentes y obras de arte diseminadas por medio mundo.
Una película hecha con gran sensibilidad por Larraín, que muestra a una mujer de gran entereza, que antes de cumplir los treinta y tres años, enterró a su marido y a dos de sus cuatros hijos nacidos del matrimonio.
Como dijo un periódico londinense, durante los funerales de John F. Kennedy :
» Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: Majestuosidad»
Cine hasta el amanecer 