Siempre me ha gustado el cine que propone la directora danesa Lone Scherfig. Desde que captó mi atención con la película Wilbur se quiere suicidar de 2002, por su perspectiva diferente y original, por su capacidad de crear personajes reales, con sus aciertos y contradicciones, no he dejado de seguir su trayectoria.
Al igual que hiciera en An Education de 2009, Lone consigue en Su mejor historia de 2016 contarnos un relato auténtico de un modo sutil e inteligente. Con una magnífica ambientación del Londres del año cuarenta, cuando estaba siendo bombardeada de forma inmisericorde por la aviación alemana.
La película está basada en una novela de Lissa Evans “Their Finest Hour and a Half”, y nos describe la realidad de Catrin Cole una joven secretaria que se convierte en una pieza esencial para crear una gran película e inspirar a toda una nación y que, casi por accidente, es contratada por el Ministerio de Información del Gobierno Británico (Sección de Cine) para formar parte del equipo de guionistas.
En plena guerra con Alemania y la ciudad de Londres castigada por los constantes bombardeos que producían numerosas víctimas civiles, las autoridades entienden que tienen que lanzar un mensaje positivo y de esperanza a los millones de personas que acuden a las salas de cine. A pesar de que Catrín es contratada para que aporte a las películas la perspectiva femenina y elaborar los diálogos de las mismas, tiene que luchar para conseguir ser considerada y escuchada, en un momento histórico en el que las mujeres comenzaron a ejercer trabajos tradicionalmente destinados a los hombres, puesto que éstos se encontraban en el ejército.
La película que empiezan a rodar, se basaría en hechos reales ocurridos durante la evacuación de las tropas inglesas de Dunkerque, donde se encontraban sitiadas por los alemanes. Gracias al llamamiento que las autoridades realizaron a la población civil, cientos de miles de embarcaciones pesqueras y de recreo, cruzaron el Canal para rescatar a 350.000 soldados. Un fenómeno que se encuentra maravillosamente contado en La Señora Miniver película de propaganda dirigida a fortalecer el castigado espíritu de la población civil inglesa, rodada en 1942 y dirigida por William Wyler.
Parece ser que Lissa Evans se basó en el personaje de Diana Morgan como modelo para la protagonista de la película. Morgan fue una escritora que trabajó junto a algunos de los grandes guionistas y directores de Ealing. Su trabajo en tiempos de guerra incluye un crédito de co-guionista en “Ships With Wings” (1941), un melodrama sobre un piloto de Fleet Air Arm volando en defensa de Grecia contra los alemanes.
Más conocida ahora es la colaboración de Morgan en la película de Cavalcanti de “Ealing Went the Day Well” (1942), una advertencia muy eficaz contra la invasión alemana y los peligros de los «quinto columnistas», soldados enemigos que al ser liberados se convierten en una fuerza invasora. Ella también era galesa como Catrín y aproximadamente la misma edad, pero contaba con más experiencia como escritora.
La productora Amanda Posey se enamoró de esta novela, y pensó que la escritora y actriz Gaby Chiappe, que aún no había escrito ningún guión para un largometraje, era la persona perfecta para el trabajo. Dijo de ésta novela:
«Había leído dos de las anteriores novelas de Lissa Evans y realmente me encantaba su narrativa, así que siempre había tenido un interés en su obra.Tiene una riqueza increíble y una gran profundidad en los detalles; me encantó la evocación que hace ese período de la guerra. Arrojaba luz sobre un momento de la historia del cine británico que rara vez ha llamado la atención antes, pero lo hacía en el contexto de esta historia, de una joven que desarrolla sus talento como escritora y que aprende sobre la vida y sobre el amor a través de esa colaboración entre el proceso de escribir y el de hacer una película.»
Una excelente Gemma Arterton interpreta a Catherine Cole, una mujer real por momentos heroicos y en ocasiones insegura, una mezcla de dulzura y fortaleza que lucha por defender sus ideas sobre el contenido de las películas, sus diálogos y su propio futuro. Cuenta con unos personajes que funcionan a la perfección en su conexión emocional con el público y además de Gemma Arterton, el resto de los actores son colosales, como Sam Claflin, Eddie Marsan, Richard E. Grant, Jeremy Irons, Henry Goodman y en especial Bill Nighy que interpreta a Ambrose Hilliard un actor que vive su decadencia profesional.
Lo que podría parecer una simple comedia romántica, se convierte en una honda reflexión sobre el papel de la mujer en la sociedad, la influencia del cine como herramienta de comunicación y un gran amor por todo el proceso de producción cinematográfico.
Los exteriores se rodaron en los paisajes pesqueros de West Wales y gran parte la película se desarrolló en Pinewood, que fueron los estudios de Londres de los años cuarenta. Cuenta con una excelente dirección artística, una fotografía exquisita y acertada música a cargo de Rachel Portman.
«Las películas son como la vida con los trozos aburridos cortados» Tom Buckley
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Sam Claflin nos ofrece una buena interpretación como Tom Buckley |
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Magnífica Gemma Aterton como Catrin Cole |
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Bill Nighy como Ambrose Hilliart |
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El trabajo duro al que se enfrentabam los guionistas, modificando los textos durante el rodaje |
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Una gran ambientación en el Londres bombardeado durante el año cuarenta |
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Los exteriores se rodaron en West Walles |
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Catrin consigue el respeto de los compañeros de rodaje |
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La presentación de «The Nancy Starling» |
Director: Lone Scherfig
Reparto: Gemme Arterton, Sam Claflin, Jack Huston, Bill Nighy, Jake Lacy, Paul Ritter, Rachael Stirling, Richard E. Grant, Henry Goodman, Jermy Irons