El director, guionista y productor de cine Robert Altman (1925-2006), que nacía un 20 de Febrero en Kansas City, Missouri, en el seno de una familia de clase alta de ascendencia alemana, inglesa e irlandesa. Se graduó de la Academia Militar de Wentworth en Lexington, Missouri en 1943, y se se unió a las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos a la edad de 18 años.
Durante la Segunda Guerra Mundial, realizó más de 50 misiones de bombardeo como tripulante de un B-24 en Borneo y las Indias Orientales Holandesas, cuando se licenció terminada la guerra se mudó a California. Entró en el cine por casualidad, vendiendo un guión a RKO para la película de 1948 Bodyguard, que coescribió con George W. George. El éxito inmediato de Altman lo alentó a mudarse a la ciudad de Nueva York, donde intentó forjar una carrera como escritor.
Habiendo tenido poco éxito, en 1949 regresó a Kansas City, donde aceptó un trabajo como director y escritor de películas industriales para la Compañía Calvin, realizando unas 65 películas y documentales industriales. En 1956 aceptó escribir y dirigir un largometraje en Kansas City sobre la delincuencia juvenil, la película, titulada Los Delincuentes (The Delinquents), interesó a United Artists. Aunque primitiva, esta película de explotación adolescente contenía los fundamentos de la obra posterior de Altman en el uso de diálogos casuales y naturalistas.
Con su éxito, Altman se mudó de Kansas City a California donde se instaló definitivamente. Comenzó su carrera forjándose un nombre de prestigio en la televisión y co-dirigió The James Dean Story (1957), un documental que se apresuró a llegar a los cines para capitalizar la reciente muerte del actor. Después de que Alfred Hitchcock viese los primeros trabajos de Altman, lo contrató como director de su serie de antología de CBS Alfred Hitchcock Presents. Tan solo realizó dos episodios, porque Altman renunció debido a diferencias con un productor, pero esta exposición le permitió forjar una exitosa carrera televisiva. Durante la siguiente década, Altman trabajó prolíficamente en televisión.
A través de este trabajo inicial sobre películas industriales y series de televisión, Altman experimentó con la técnica narrativa y desarrolló su uso característico del diálogo superpuesto. También aprendió a trabajar de manera rápida y eficiente con un presupuesto limitado. Aunque fue despedido con frecuencia de proyectos de televisión por negarse a cumplir con los mandatos de la red, así como por insistir en expresar subtextos políticos y sentimientos contra la guerra durante los años de Vietnam, Altman siempre fue capaz de conseguir nuevo proyectos.
No dirigió ninguna otra película hasta That Cold Day in the Park (1969), que fue un desastre crítico y de taquilla. En 1969, a Altman le ofrecieron el guión de MASH, con un magnífico guión de Ring Lardner Jr uno de los 10 de Hollywood, mediante una adaptación de una novela poco conocida de la Guerra de Corea que satiriza la vida militar en una unidad móvil médica ; más de una docena de otros cineastas lo habían rechazado.
Altman había dudado en hacerse cargo de la producción, y el rodaje fue tan tumultuoso que Elliott Gould y Donald Sutherland intentaron que Altman fuera despedido por sus métodos de filmación poco ortodoxos. Sin embargo, MASH fue ampliamente aclamado como un clásico inmediato después de su lanzamiento en 1970. Ganó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes de 1970 y obtuvo cinco nominaciones a los Oscar ganado el de Mejor Guión adaptado. Fue la película más taquillera de Altman, que fue estrenada en un momento de creciente sentimiento contra la guerra de Vietnam.
Después del éxito de MASH, quedó reconocido como un gran talento y fundó Lion’s Gate Films para tener libertad de producción independiente. Altman fue considerado un «inconformista» al hacer películas con una estética realista y satírica, convirtiéndose en una figura imperecedera de la era del New Hollywood. Su estilo de hacer cine fue arriesgado, ya que sus temas abarcaban la mayoría de los géneros, pero con un cariz «subversivo» que normalmente se basa en la sátira y el humor para expresar su personal visión.
Para realizar Los vividores (1971) Altman, se basó en la obra epónima de Edmund Naughton, para realizar este fenomenal western, nos narra la historia transcurrida en Presbyterian Church, un pueblo en la margen noroeste de la costa americana en la frontera de Washington con Canadá, dedicado al difícil mundo de la mina, y todo al ritmo de la extraordinaria banda sonora de Leonard Cohen que confiere al conjunto un tono poético difícil de olvidar y que subrayan una visión descarnada de la frontera estadounidense.
Warren Beatty es John McCabe «Gordo y Julie Christie es su socia Constance Miller y juntos fundarán (el «Bearpaw» dentro de su conglomerado mercantil «Houses Of Fortune», dedicado a sí mismo al mundo del juego y prostitución. Una fotografía magistral a cargo de Vilmos Zsigmond, nos dejan una película inolvidable
El largo adiós (The Long Goodbye ,1973), fue una películas controvertida adaptación de la novela de Raymond Chandler, con guión de Leigh Brackett, que nos muestra a un Marlowe setentero, en contra de todos los tópicos del género noir. Ahora la película está clasificada como una influencia seminal en el subgénero neo-noir; o tal vez cabría decir anti noir. Con Nashville (1975) realizó el retrato del mundo de la música Country en Nashville es, en realidad, una alegoría de la América de su tiempo. Tal vez, predecesora la su celebrada Vidas Cruzadas.
3 Mujeres (1977) es una película enigmática y poética que muestran distintos símbolos y arquetipos femeninos: la mujer bruja o ¿es sabia? (la artista embarazada); Pinky, la mujer niña, eternamente inmadura y tímida, interpretada por Sissy Spacek; y Millie la mujer solitaria que pretende ser mundana y seductora interpretada por Shelley Duvall.
Después de dos crisis emocionales, las tres mujeres se intercambian sus personalidades hasta que se asientan en una nueva unidad familiar que parece darle a cada mujer lo que estaba buscando. El elemento acuático está presente en toda la película, como símbolo tradicional de lo femenino y que nos remite a la creación de vida, la placenta, el océano del inconsciente, oculto simbólicamente en el fondo de la piscina.
«No es un secreto que me gustan las mujeres. Y a las actrices les gusta trabajar conmigo porque les ofrezco siempre papeles dignos».
En la película Un día de boda (A Wedding, 1978). Altman regresa a un cine coral que domina como nadie, con un tono sarcástico y cáustico que nunca y como en su anterior Nashville, es muy crítico con la sociedad americana de su tiempo. Después de encadenar varios años sin ningún éxito, Altman reaparece don «El juego de Hollywood» (1992) un retrato que nos muestra las interioridades del mundo del cine. Un resurgimiento espectacular.
De nuevo Altman regresa al formato de cine coral, con un reparto impresionante. Distintas historias de personas corrientes de Los Ángeles se entrecruzan y nos muestran un retrato que hiela la sangre. Con Vidas cruzadas (1993) ganó el León de Oro y Altman es uno de los pocos cineastas cuyas películas han ganado el Oso de Oro en Berlín, el León de Oro en Venecia y la Palma de Oro en Cannes
En 2001 Robert Altman volvió a reivindicarse como un director de cine genial y un gran autor. En Gosford Park (2001 ) realiza la disección, el análisis y la crítica de una determinada clase social en un espacio acotado. Con ella ganó un Oscar a mejor guión original y fue nombrada mejor película británica.
Altman desarrolló una reputación de ser «anti Hollywood» y no conformista tanto en sus temas como en su estilo de dirección. Sin embargo, los actores disfrutaron trabajando bajo su dirección porque los alentó a improvisar, inspirando así su propia creatividad. Prefería los grandes elencos para sus películas y desarrolló una técnica de grabación multipista que producía un diálogo superpuesto de múltiples actores. Esto produjo una experiencia más natural, más dinámica y más compleja para el espectador.
» Culpo a Hollywood de tener tan poco buen gusto, de hacer escasas películas con valores, profundidad, humanidad y de dar a conocer al mundo la ínfima calidad del gran porcentaje de su producción”
En 2006, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas reconoció el cuerpo de trabajo de Altman con un Premio Honorario de la Academia. Nunca ganó un Oscar competitivo a pesar de las numerosas nominaciones.
«El cine es cada vez una cuestión de efectos especiales. Todas esas películas, Independence Day, Twister, son ejemplo de esa tensión con la técnica, de esa necesidad de ir cada vez más lejos, pero la capacidad de sorpresa del espectador está llegando a su límite. A nadie le conmueve nada porque son películas sin alma. El verdadero reto es emocionar con sentimientos simples», declaró Altman.