Anna Magnani: Una mujer volcánica y poco convencional

Ampliamente considerada como una de las mejores actrices del cine italiano y mundial, Anna Magnani (1908-1973) era conocida por sus actuaciones volcánicas y sus interpretaciones de personajes de la vida real.

Nació en Roma el 7 de marzo de 1908. Su madre, Marina Magnani, era una costurera originaria de Ravenna , quien después de dar a luz a la pequeña Anna, le encomendó el cuidado de la niña a su abuela materna, Giovanna Casadio. La niña nunca conoció a su padre natural, pero como adulta, investigando la identidad de su padre, Anna descubriría sus orígenes de Calabria y cuál debería haber sido su apellido, Del Duce; luego diría, con su ironía habitual, que se detuvo en su investigación porque no quería pasar por «la hija del Duce»

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"Accattone" de 1961 dirigido por Pier Paolo Pasolini

 

«Quando me metto ‘n testa ‘na cosa io, deve da esse quella! O il mondo ammazza a me, o io ammazzo a lui»  Accattone

En Cine hasta el amanecer, vuelvo a las películas del movimiento denominado «neorrealismo italiano», esta vez de la mano del iconoclasta y polifacético Pier Paolo Pasolini. El film «Accattone» de 1961 supuso su debut cinematográfico como director, aunque ya había logrado gran notoriedad y fama como escritor y poeta. La película se inspira en «I Vitelloni » de 1953 y dirigida por Federico Fellini, director por el que sentía una gran admiración y con el que colaboró en varios guiones, como «Las noches de Cabiria» o «La Dolce vita»

La visión que tuvo Pasolini del cine siempre fue desde una perspectiva literaria, al considerarse a sí mismo como escritor. Aunque «Accattone» es su debut como director, su amistad con Alberto Moravia y el director de cine Mauro Bolognini, le permitió su acercamiento al cine realizando un buen número de guiones como «Marisa la civetta» de 1957; «La notte brava» de 1959 ; «El bello Antonio» de 1960 o «La giornata balorda» de 1960

«El cine es un lenguaje no convencional y no simbólico, que expresa la realidad a través de la realidad misma»  Pasolini

Interesado en su juventud por el cine de René Clair y otros directores del Realismo poético francés, que a su vez fueron inspiradores del «neorrealismo italiano», fueron los que iluminaron a su «Accattone». En el cine francés de entreguerras, los personaje eran de las clases bajas y desfavorecidas, delincuentes, prostitutas o  ladrones, todos ellos perseguidos por la fatalidad de su destino. No existía esperanza ni redención para sus pecados y su vida pasada siempre les terminaba alcanzando, impidiéndoles comenzar una nueva existencia. Casi siempre sus personajes protagonistas, son perdedores con un final fatídico.

«Accattone» es una palabra del argot romano y deriva de «accattare» (tomar, ganar o adquirir, a menudo por medios ilegales o no ortodoxos). Se traduce como mendigo, pero se utiliza principalmente en un sentido no literal, es decir, no indica un mendigo profesional, sino alguien que vive de pequeños robos, ocasionalmente de la mendicidad o de pequeños fraudes. Es un término altamente despectivo, y el personaje que lo tiene como un apodo significa que es considerado por otros criminales como un cobarde ( como es el caso de los proxenetas), ya que no arriesgan su vida como los ladrones y demás delincuentes, para ganarse la vida. Esta palabra se ha vuelto casi obsoleta en la jerga romana de hoy en día.

Así es Vittorio Cataldi, un Accattone que vive a expensas de Magdalena que ejerce la prostitución para mantenerlo. Es un tipo despreciable, vago, sin escrúpulos, que cuando Magdalena es encarcelada, pierde su fuente de ingresos y malvive junto a sus amigos, recordando a la pandilla de inútiles de «I vitelloni » de Fellini. A través de éste personaje, Pasolini nos muestra un duro retrato de los suburbios de Roma, en blanco y negro, barrios sucios y destartalados, niños en la calle hambrientos y mujeres con miserables trabajos o en las calles prostituyéndose.

Para crear una atmósfera de realismo y veracidad, Pasolini recurre a largos planos secuencia, muchos primeros planos, sonido directo y unos personajes que destacan sobre el paisaje. Puesto que los políticos del momento no gustaban del estilo crudo y descarnado del neorrealismo, la película no obtuvo la autorización de la censura italiana para su exhibición en las salas de cine del país, pero se presentó en el Festival de cine de Venecia. No despertó mucho interés en la crítica italiana, pero fue muy bien acogida en París, donde Marcel Carné y André Chamson la aclamaron.

Por fin, «Accattone» se estrenó en Roma en Noviembre de 1961, siendo la primera película en Italia que se exhibió con la calificación de no apta para menores de 18 años . En un pase del cine romano Barberini, un grupo de exaltados neofascistas, irrumpieron en la proyección, agrediendo a los espectadores y destrozando la sala. Algo que volvería a suceder en futuras proyecciones de películas de Pasolini.

En ésta película, un jovencísimo Bernardo Bertolucci realizó tareas como ayudante de dirección, y supondría la primera de las colaboraciones entre Bertolucci y Pasolini, además de la gran amistad que les uniría.

Cabe destacar la exquisita música de J.S.Bach, acompañando los entornos más miserables y mugrientos, habitados por unos personajes indeseables.

BANDA SONORA DE «ACCATTONE» DE J.S.BACH

 

 

Franco Citti interpreta a Accattone
El grupo de amigos de Accattone, vagos y delicuentes
Las prostitutas dela noche romana, mujeres golpeadas por la vida y los hombres
La pequeña Stella, interpretada por Franca Pasut. La figura redentora de Accattone
Trabajos msérrimos que desempeñas las mujeres. Planos que recuerdan el cine silente
La vida de las mujeres es los barrios bajos, es una condena en vida
Cuando las cosas parecen cambiar para Accattone y Stella
La violencia de las calles contrasta con ignorante ingenuidad de Accattone
Momento de cierto humor y alivio 
El destino de las mujeres casi siempre es fatídico

 

Los barrios que algunos políticos italianos no querían mostrar
Pasolini durante el rodaje de la película Accattone
Pier Paolo Pasolini y Bernardo Bertolucci en un descanso del rodaje de Accattone

   FICHA TÉCNICA:

Director: Pier Paolo Pasolini 
Guión : Pier Paolo Pasolini y Sergio Citti
 
Fotografía: Tonino Delli Colli (B&W)
Música: J.S. Bach
 
Productora: Alfredo Vini, Cino del Cuca
Reparto: Franco Citti, Silvana Corsini, Franca Pasut, Paola Guidi, Adriana Asti, Mario Cipriani, Roberto Scaringella, Adele Cambria 

 

«Las Noches de Cabiria» de 1957 dirigida por Federico Fellini

Las Noches de Cabiria de 1957 dirigida por Federico Fellini, está considerada su última película perteneciente al neorrealismo italiano, realizada a modo de denuncia social, sobre las condiciones de vida de una gran parte de la sociedad italiana después de la Segunda Guerra Mundial y que se prolongó durante los años cincuenta. 

 Tal vez, en ninguna otra película, salvo en La Strada , Fellini consiguió captar la realidad de un modo tan poético y desgarrador. Otras características del neorrealismo que convergen en ésta película son: la crónica de la cotidaneidad, la descripción de la realidad casi en formato documental, escenarios naturales con una mínima iluminación, actores no reconocidos que, en muchas ocasiones se interpretan a sí mismos y como elemento central de la historia se recupera el la figura de la mujer y sus dificultades para sobrevivir.

 Maria «Cabiria» Ceccarelli, es una prostituta que ejerce en uno de los barrios más pobres de Roma, cerca de las Termas de Caracalla en las afueras de la ciudad. Giulietta Masina, interpretó a Cabiria, una mujer menuda e indefensa, llena de bondad y demasiado ingenua para el cruel entorno en el que vive. Al igual que con Gersomina, Masina nos conmueve con su personaje y Cabiria demuestra una convicción irreductible, en su intento de conseguir el verdadero amor. Busca desesperadamente a un hombre que la aparte de la calle y a quién pueda entregar todo su afecto. Tal vez por ello, unido a su sencillez y credulidad, será objeto de repetidos abusos que la harán fracasar una y otra vez en su empeño.

 Cabiria representa la bondad y la generosidad de un ser que solo ha recibido deslealtad, desapego y olvido, pero que nunca ha perdido la esperanza de encontrar su oportunidad para ser feliz. Para ello se encomienda a San Antonio, que tampoco será de gran ayuda, pero la fortaleza de Cabiria radica en su capacidad de creer en el ser humano y de su redención , sea cual sea su condición y pecado.

 De nuevo nos encontramos con una fructífera colaboración en el guión, que fue una adaptación de la novela de Maria Molinari, realizada por el propio Federico Fellini, Ennio Flaiano y Tullio Pinelli, con diálogos adicionales de Pier Paolo Pasolini. 

 Una vez más Nino Rota nos acompaña con una banda sonora inolvidable, extrañamente alegre y a ritmo de Mambo.

FICHA TÉCNICA

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"La Strada" de 1954 dirigida por Federico Fellini

La Strada de 1954 dirigida por Federico Fellini, fue la primera gran obra del director italiano, una película que te transforma, te deja un poso agridulce y durante días fluyen a tu pensamiento potentes imágenes, la extraordinaria banda sonora y un sentimiento de tristeza y amargura por unos personajes irrepetibles.

 Gracias a la idea original del guionista y dramaturgo Tullio Pinelli, Fellini creó a dos de sus personajes más entrañables. El borracho y violento Zampanó ( magnífica interpretación de Anthony Quinn), superviviente una vida llena de penurias, dedicada a vagabundear por distintos pueblos, mostrando su número de forzudo rompecadenas y acompañado de la sensible, bondadosa y entrañable Gersomina , interpretada por una inmejorable Giulietta Massina. 

«Todos los años vuelvo a Turín a visitar a mi familia. En uno de los puertos de montaña vi a un hombre grande que estaba tirando de un carro con una carpa, en la que había pintada una sirena y una mujer empujaba desde atrás. Cuando regresé a Roma, le dije a Federico que tenía una idea para una película» Tullio Pinelli

Cuando Zampanó se queda viudo, vuelve al mísero pueblo de su mujer y le ofrece un puñado de liras a su ex-suegra, para llevarse consigo a la hermana pequeña. La mujer cargada de hijos y bocas que alimentar, acepta de buen grado el dinero, dejando marchar a su pequeña Gersomina, con el embrutecido Zampanó, su nuevo dueño. De nuevo una muestra de la realidad de la Italia de la postguerra, hambrienta, paupérrima, y en blanco y negro que tan bien retrató el neorrealismo italiano

 Tal vez, la necesidad de Fellini de alejarse de las normas y corrientes políticas del momento, hizo que centrara su atención en el drama personal de estos dos seres solitarios, víctimas de un momento económico difícil, en un país sumido en profundos cambios sociales.

 Gersomina, personificación de la inocencia, siente que nunca ha recibido ni afecto ni respeto, cree que es una persona inútil que no sabe cocinar, ni bailar, ni tocar un instrumento, ni siquiera cree ser una buena amante, cuando Zampanó la obliga a convertirse en su concubina. Sin embargo, a pesar ser golpeada y maltratada por Zampanó, no puede evitar sentir una gran atracción por el mundo que va descubriendo en La Strada, cuando visitan los distintos pueblos, conociendo a personas muy variopintas.

 Cuando intenta escapar de Zampanó cansada de una vida miserable, «El loco» interpretado por Richard Basehart , le dice:

«Todo en ésta vida tiene un propósito. Hasta esta piedra… No, no se cuál es el propósito de esta piedra. Pero debe de tener uno. Porque si esta piedra no es útil, entonces nada tiene sentido. Ni las estrellas. Tú también tienes un propósito..Tal vez te ( Zampanó)…ame.» 

Desde ese momento Gersomina siente que su propósito es permanecer al lado de Zampanó hasta las últimas consecuencias, aferrarse a cumplir y ser fiel a un objetivo en su vida, a tener un propósito, como el pequeño guijarro del campo. La bondad de Gersomina, se estrellará contra la dura realidad del agrio carácter de Zampanó, la pérdida de la razón y su aislamiento en un mundo mejor, lleno de música y benevolencia.

«Hablar de sueños es como hablar de películas, pues el cine utiliza el lenguaje de los sueños; los años pueden pasar en segundos y se puede saltar de un lugar a otro. Es un lenguaje hecho de imagen. Y en el verdadero cine, cada objeto y cada destello, significa algo, como en los sueños» Federico Fellini

FICHA TÉCNICA

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«La Strada» de 1954 dirigida por Federico Fellini

La Strada de 1954 dirigida por Federico Fellini, fue la primera gran obra del director italiano, una película que te transforma, te deja un poso agridulce y durante días fluyen a tu pensamiento potentes imágenes, la extraordinaria banda sonora y un sentimiento de tristeza y amargura por unos personajes irrepetibles.

 Gracias a la idea original del guionista y dramaturgo Tullio Pinelli, Fellini creó a dos de sus personajes más entrañables. El borracho y violento Zampanó ( magnífica interpretación de Anthony Quinn), superviviente una vida llena de penurias, dedicada a vagabundear por distintos pueblos, mostrando su número de forzudo rompecadenas y acompañado de la sensible, bondadosa y entrañable Gersomina , interpretada por una inmejorable Giulietta Massina. 

«Todos los años vuelvo a Turín a visitar a mi familia. En uno de los puertos de montaña vi a un hombre grande que estaba tirando de un carro con una carpa, en la que había pintada una sirena y una mujer empujaba desde atrás. Cuando regresé a Roma, le dije a Federico que tenía una idea para una película» Tullio Pinelli

Cuando Zampanó se queda viudo, vuelve al mísero pueblo de su mujer y le ofrece un puñado de liras a su ex-suegra, para llevarse consigo a la hermana pequeña. La mujer cargada de hijos y bocas que alimentar, acepta de buen grado el dinero, dejando marchar a su pequeña Gersomina, con el embrutecido Zampanó, su nuevo dueño. De nuevo una muestra de la realidad de la Italia de la postguerra, hambrienta, paupérrima, y en blanco y negro que tan bien retrató el neorrealismo italiano

 Tal vez, la necesidad de Fellini de alejarse de las normas y corrientes políticas del momento, hizo que centrara su atención en el drama personal de estos dos seres solitarios, víctimas de un momento económico difícil, en un país sumido en profundos cambios sociales.

 Gersomina, personificación de la inocencia, siente que nunca ha recibido ni afecto ni respeto, cree que es una persona inútil que no sabe cocinar, ni bailar, ni tocar un instrumento, ni siquiera cree ser una buena amante, cuando Zampanó la obliga a convertirse en su concubina. Sin embargo, a pesar ser golpeada y maltratada por Zampanó, no puede evitar sentir una gran atracción por el mundo que va descubriendo en La Strada, cuando visitan los distintos pueblos, conociendo a personas muy variopintas.

 Cuando intenta escapar de Zampanó cansada de una vida miserable, «El loco» interpretado por Richard Basehart , le dice:

«Todo en ésta vida tiene un propósito. Hasta esta piedra… No, no se cuál es el propósito de esta piedra. Pero debe de tener uno. Porque si esta piedra no es útil, entonces nada tiene sentido. Ni las estrellas. Tú también tienes un propósito..Tal vez te ( Zampanó)…ame.» 

Desde ese momento Gersomina siente que su propósito es permanecer al lado de Zampanó hasta las últimas consecuencias, aferrarse a cumplir y ser fiel a un objetivo en su vida, a tener un propósito, como el pequeño guijarro del campo. La bondad de Gersomina, se estrellará contra la dura realidad del agrio carácter de Zampanó, la pérdida de la razón y su aislamiento en un mundo mejor, lleno de música y benevolencia.

«Hablar de sueños es como hablar de películas, pues el cine utiliza el lenguaje de los sueños; los años pueden pasar en segundos y se puede saltar de un lugar a otro. Es un lenguaje hecho de imagen. Y en el verdadero cine, cada objeto y cada destello, significa algo, como en los sueños» Federico Fellini

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I Vitelloni (Los inútiles) de 1953 dirigida por Federico Fellini

Los Inútiles (I Vitelloni) sería el segundo largometraje dirigido por Fellini en 1953. Después del fracaso comercial de El jeque blanco de 1952, el director realizó un nuevo intento de una comedia satírica con «I vitelloni», basado en experiencias propias y con las bases del  neorrealismo imperante en el cine italiano del momento.

A principios de los años cuarenta Fellini conoce a Tullio Pinelli, un dramaturgo con el colaborará  en numerosos guiones y se inicia en el mundo cinematográfico. En 1945 se produce el primer encuentro con  Roberto Rossellini , participando como guionista en » Roma, ciudad abierta» , Paisà ( Camarada)   , donde realiza funciones de ayudante de dirección o El Amor, donde en el episodio El milagro también es actor.

Fellini, desde la caída del fascismo en Italia y el fin de la Segunda Guerra Mundial, fue considerado como uno de los principales directores ligado al neorrealismo italiano, junto con Vittorio de Sica, Luchino Visconti o Giuseppe De Santis

 Desde el comienzo de su carrera cinematográfica y, probablemente, influenciado por sus inicios como dibujante, Fellini parece querer escapar al marcado carácter político del movimiento neorrealista, que mostraba a la sociedad italiana en un momento económico muy difícil y reflejaban los profundos cambios sociales que estaban sucediendo en Italia.

 En Los inútiles Fellini, recoge parte de sus experiencias en una ciudad media como Rimini, donde nació y pasó su juventud, aunque durante la película no se rodó ni una sola escena en su ciudad natal . El título en italiano no tiene traducción literal y coloquialmente hace referencia a un hombre joven, mantenido por su familia, que no tiene perspectivas de futuro, ni intención de buscar trabajo.

 Así son los cinco protagonistas del film:

Fausto Moretti, interpretado por Franco Fabrizi es un mujeriego sin escrúpulos, carente de cualquier responsabilidad sobre sus actos. Alberto, un juerguista insensato, interpretado por Alberto Sordi, cuyo papel le lanzaría a su gran fama posterior, Ricardo, interpretado por el hermano del director Riccardo Fellini, es un cantante frustrado sin aspiraciones, Leopoldo que quiere ser un dramaturgo de éxito, pero sin la ambición para salir de su pueblo y ver otros mundos, está interpretado por Leopoldo Trieste y, finalmente Moraldo un joven idealista con ciertos principios morales y el más valiente para romper con su existencia.

Tal vez, sea la figura que represente al joven Fellini, por ello, el personaje le fue encomendado a Franco Interlenghi, que había sido uno de los protagonistas de «El limpiabotas» de Vitorio de Sica.

 Las desventuras de estos cinco jóvenes, nos conducen por un mundo casi grotesco que augura el rico universo caricaturesco de las grandes obras de Fellini. Atrapados en su propia indolencia y cobardía, los protagonistas son incapaces, a pesar de su infelicidad por la vida vacía y egoísta que llevan, de tomar ninguna decisión por sí mismos, dejando que las personas que les rodean las tomen por ellos.

 Una agria comedia, que supuso un gran éxito para la carrera cinematográfica de Federico Fellini y que le permitió desarrollar su personal y caricaturesca visión del mundo y de los sueños. Hay que destacar la colaboración con Nino Rota, que se inició en El jeque blanco y que seguiría durante toda la carrera de Federico Fellini, regalándonos irrepetibles bandas sonoras.

» Todos hablábamos de irnos, pero solo uno de nosotros, una mañana, sin decir una palabra a nadie, se fue de verdad» Fausto Moretti

FICHA TÉCNICA

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