En los capítulos anteriores, hemos visto cómo el arquetipo de la Mujer Fatal se transformaba necesariamente con la implantación del código Hays. Desde que en el caso de La Corte Suprema contra Paramount Picture en 1948, prohibió a los grandes estudios poseer salas de cine, la distribución de la películas se descentralizó y ello permitió la entrada de películas extranjeras, del neorrealismo italiano, el cine sueco de Bergman y las películas de la Nouvelle Vague que mostraban abiertamente los temas prohibidos con gran realismo.
En la primera parte de ésta pequeña revisión de la Mujer fatal en el cine, Un siglo del arquetipo de la Mujer Fatal en el cine (Parte I) nos encontramos ante una presencia histórica del arquetipo desde tiempos remotos. Era inevitable que el cine se interesase por un personaje tan complejo, atractivo y cautivador como éste.
Largo viaje hacia la noche, es el segundo largometraje del director chino Bi Gan, cuyo debut en 2016 con Kaili Blues causó muy buena impresión a la crítica cinematográfica, en esta película nos reproduce el área gris que existe entre los sueños y la realidad
Una experiencia alucinante cuyos sinuosos movimientos de cámara te llevan a un largo viaje hacia la memoria y el miedo y una noche llena de sueños, con influencias de Stalker (1979) de Andrei Tarkovsky , un claro referente reconocido por referente declarado por Bi Gan desde su adolescencia, tanto en la configuración de los espacios, como en la de su taciturno personaje protagonista, además del homenaje directo en la imagen de un vaso que se mueve sobre una mesa a causa de la vibración que provoca el paso de un tren.
«Mother» de 2009 es una película del director coreano Bong Joon-ho, autor también de la multipremiada Crónica de un asesino en serie de 2003 , The host de 2006 y Snowpiercer de 2013, que no se estrenó en las salas de cine y pasó directamente a la venta en DVD En el thriller Mother, Joon-ho realiza un retrato psicológico de una madre soltera, que está dispuesta a hacer cualquier cosa por su hijo, un joven inmaduro y con problemas mentales. El joven Yoon Do-joon Don, un tanto gamberro y conflictivo, vive con su madre que le sobreprotege de un modo extremo. Una noche Yoon vuelve tarde a casa y, al día siguiente, se encuentra el cadaver de una niña colocado en la terraza de una vivienda abandonada. La policía, que de nuevo, aparece como incompetente y violenta, le detiene por el asesinato de la joven. Cuando acusan a su hijo del asesinato, ella decide investigar el caso y encontrar al verdadero culpable, ya que está convencida de que su hijo es inocente. Interesantes giros del guión y una descarnada radiografía de la Corea rural. A destacar la interpretación de Hye-ja Kim, como la madre. Como siempre Joon-ho consigue una mezcla de géneros, con unos personajes muy bien definidos, la dudosa moralidad y la distinción entre el bien y mal, quedan ocultos en una gruesa corteza de maldad de una sociedad rural, supersticiosa y violenta. Tal vez, no esté a la altura de «Memories of murder», pero vale la pena ver ésta película de uno de los mejores directores del cine coreano actual.
Hye-ja Kim en una interpretación muy destacable
Won Bin, interpretando al hijo con un grado de discapacidad psiquica
Una fotografía maravillosa a cargo de Kyung-Pyo Hong
Un thriller lleno de humor negro
Hye-ja Kim, lo mejor de la película
Bong Joon-ho durante el rodaje
FICHA TÉCNICA:
Director: Bong Joon-ho
Guión : Bong Joon-ho, Park Eun-kyo, Park Wun-kyo
Fotografía: Kyung-Pyo Hong
Música: Byung-woo Lee
Productora: Barunson / CJ Entertainment
Reparto: Kim hye-Ja, Won Bin, Jun Goo, Toon Je-Moon, Jeon Mi-Sun, Song Sae-Byeok, Chun Woo-Hee, Jo Kyung-Sook