Werner Herzog es el director de cine considerado el fundador del denominado Nuevo cine Alemán junto con otros cineastas como Rainer Werner Fassbinder y poseedor de una carrera singular como director, guionista y productor.
La película El enigma de Gaspar Hauser se basa en los hechos reales sucedidos a principios del siglo XIX. El 26 de Mayo de 1828 apareció en la ciudad de Nuremberg (Baviera/Alemania) un extraño niño de 16 años y de aspecto descuidado. Llevaba consigo una carta dirigida al militar Friedrich von Wessing donde figuraba el nombre de «Gaspar Hauser» y se mencionaba la fecha de nacimiento como el 30 de abril de 1812.
Sus circunstancias y su leyenda se extendieron por toda Europa. Aseguraba que estuvo encerrado en una pequeña celda oscura la mayor parte de su vida. Su ropa con restos de seda, había sido buena en alguna ocasión. Sus piernas estaban casi paralizadas por la falta de movimiento, sin lenguaje y sin influencias externas, Hauser era una hoja de papel en blanco para que la sociedad escribiera con impunidad.
Los doctores que lo examinaron informaron que el joven ni era loco ni imbécil, pero que la separación por la fuerza y con crueldad del contacto con los seres humanos desde su más tierna infancia le habían influido en su desarrollo.
Su estado mental era tal que despertó el interés de juristas, teólogos y pedagogos que llevaron a cabo multitud de ensayos para enseñarle a hablar, leer y escribir. Su mentor y representante legal Anselm von Feuerbach estaba convencido de que se trataba de un príncipe de la casa real de Baden, que había sido sustituido por un niño moribundo a causa de intrigas dinásticas.
A las pocas semanas, Hauser hablaba con fluidez y podía leer y escribir, y al cabo de un tiempo pudo realizar una completa declaración acerca de sus primeros años de vida. Se supo por él mismo que siempre estuvo prisionero en un calabozo, desde que tenía tres años, durmiendo sobre un colchón de paja, sin sonidos y con alimento que alguien le llevaba mientras dormía. Tiempo antes de su partida, un hombre se introducía en la celda y le enseñaba a escribir su nombre y las frases que debía decir cuando lo encontraran.
Otro de los grandes misterios que rodean el caso de Gaspar Hauser, es su propia muerte, que aconteció cinco años después de ser encontrado. Los médicos que practicaron la autopsia, concluyeron que era muy difícil que él mismo pudiera haberse provocado las heridas que llevaron a su muerte, que se atribuye a la misma persona que lo mantuvo encerrado.
En las memorias de Anselm von Feuerbach, se confirma que el «hijo adoptivo de Nuremberg» se convirtió en tema de discusión y debate, tanto desde el ángulo filosófico y psicológico como político y moral. En el estudio de Feuerbach se constatan dos delitos perpetrados en la persona de Gaspar: el de detención ilegal y el de abandono. Desde el punto de vista filosófico, Feuerbach destacó el «delito contra el alma» que constituye una figura delictiva con importantes consecuencias psicopatológicas y que definió como:
«el delito contra el alma es separar a un hombre de los otros seres racionales y de la naturaleza, dificultar su acceso a un destino humano y privarle de alimentos espirituales. Es el más criminal de los atentados puesto que va dirigido contra el patrimonio más auténtico del hombre, su libertad y su vocación espiritual».
En el caso de Gaspar, Feuerbach defiende que fue la privación de la larga huella educativa y la soledad, el motivo de su retraso evolutivo. Convencido de que el hombre no nace sino que se hace, se esforzó en restituir a su pupilo los bienes espirituales sustraídos durante la infancia, para devolverle íntegro y desarrollado a la sociedad.
La película «El enigma de Gaspar Hauser» fue escrita, producida y dirigida por Herzog. Nominada a la Palma de Oro, ganó el Premio de la crítica (FIPRESCI) y el Gran Premio del Jurado, de Cannes. La Academia Alemana le otorgó los premios a mejor dirección y producción de 1974
Herzog construye una obra compleja sobre una criatura inocente que se mueve en un universo desconocido para él, una sociedad que se comporta de un modo cruel y despiadado. La pureza de su pensamiento y la ausencia de convencionalismos aprendidos, lo convierten en un ser ingenuo e íntegro ante el que la comunidad siente el mismo grado de atracción que de rechazo.
» A mi los hombres me parecen locos» dice Hauser
El tratamiento que la ciudad le otorga a Gaspar Hauser, en los primeros tiempos de su liberación y para contribuir a su mantenimiento económico, es exhibirlo en un espectáculo de feria, donde comparte escenario con otros «prodigios» de la naturaleza, como un enano, un fakir o un nativo indio americano. En cierta medida el enfoque que hace Herzog de la relación de la sociedad con Hauser, nos recuerda a películas como la «Parada de los monstruos » de 1931 dirigida por Tod Browning o al sensible y conmovedor John Merrick de «El hombre elefante» de 1980 dirigida por David Lynch.
El extraordinario avance que experimenta Gaspar en muy poco tiempo de enseñanzas, a manos de su tutor legal el Profesor Daumer, es impresionante. La mente del muchacho es como una página en blanco, libre de condicionantes y no acepta la creencias religiosas, las leyes de la lógica o las imposiciones sociales. Gaspar Hauser debe aceptar axiomas, cuando él tiene muchas preguntas sin resolver. El pastor religioso le dice:
«Debes tener fe, investigar las cosas de la fe que no entendemos, es un mal»
Es muy acertada la elección del actor Bruno Schleinstein como Gaspar Hauser. Nos ofrece una interpretación extraordinaria y muy creíble, algo que se vio facilitado por sus propias vivencias personales. Nacido en 1932, era hijo de una prostituta y pasó casi veinte años en instituciones mentales Colaboró en el cine únicamente con Herzog en esta película y en la posterior «Stroszek» todavía más próxima a su biografía.
La película cuenta con una música fascinante, basada en temas de Mozart y otros compositores como Pachelbel y Albinoni. Ello unido a los bellísimos paisajes, con un aire bucólico y de gran naturalismo. Quedan destacados por una fotografía que busca efectos visuales muy reales, rechazando las correcciones de los efectos especiales. El realismo del panorama, contrasta deliberadamente con las visiones y los sueños de Gaspar Hauser, que se nos muestran como imágenes ligeramente turbias y veladas.
Es una película hermosa, melancólica y de marcado carácter romántico, que permite a Werner Herzog realizar una ácida y despiadada crítica de las sociedad alemana y su mentalidad cargada de convencionalismos y suspicacias
FICHA TÉCNICA
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