Anna Magnani: Una mujer volcánica y poco convencional

Ampliamente considerada como una de las mejores actrices del cine italiano y mundial, Anna Magnani (1908-1973) era conocida por sus actuaciones volcánicas y sus interpretaciones de personajes de la vida real.

Nació en Roma el 7 de marzo de 1908. Su madre, Marina Magnani, era una costurera originaria de Ravenna , quien después de dar a luz a la pequeña Anna, le encomendó el cuidado de la niña a su abuela materna, Giovanna Casadio. La niña nunca conoció a su padre natural, pero como adulta, investigando la identidad de su padre, Anna descubriría sus orígenes de Calabria y cuál debería haber sido su apellido, Del Duce; luego diría, con su ironía habitual, que se detuvo en su investigación porque no quería pasar por «la hija del Duce»

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«El ladrón de bicicletas» de 1948 dirigido por Vittorio De Sica

Una de la películas más premiados de la historia del cine y, tal vez, una de las obras más conocidas y reconocidas del neorrealismo italiano es el  Ladrón de bicicletas de 1948 dirigida por Vittorio de Sica. En ella nos muestra la historia de Antonio Ricci ( Lamberto Maggiorani), un obrero en paro de los suburbios de Roma, al que le ofrecen empleo como fijador de carteles, pero para ello es imprescindible tener una bicicleta.

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"El ladrón de bicicletas" de 1948 dirigido por Vittorio De Sica

Una de la películas más premiados de la historia del cine y, tal vez, una de las obras más conocidas y reconocidas del neorrealismo italiano es el  Ladrón de bicicletas de 1948 dirigida por Vittorio de Sica. En ella nos muestra la historia de Antonio Ricci ( Lamberto Maggiorani), un obrero en paro de los suburbios de Roma, al que le ofrecen empleo como fijador de carteles, pero para ello es imprescindible tener una bicicleta.

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"Sciuscià" (El limpiabotas) de 1946 dirigida por Vittorio de Sica

«Quién inventó el ascensor es un genio, dice Giuseppe
Dímelo a mí, dormí en uno durante tres meses» Pasquale 

En mi cine hasta el amanecer, traigo un film emocionante, «El Limpiabotas» de 1946 dirigida por Vittorio de Sica, que junto a Luchino Visconti y Roberto Rossellini fueron los máximos exponentes del neorrealismo en la Italia de la postguerra. 

De Sica, había rodado otras películas bajo el férreo control que el estado fascista ejercía sobre el cine y su industria. Sin embargo, en su primera película, una vez terminada la guerra, adopta casi todas las características del estilo Neorrealista.

El contenido de «El Limpiabotas», es un reflejo fiel de la Italia de los años de la postguerra, una población triste y hambrienta. En sus películas, se describe la cotidaneidad de la vida de sus gentes, en blanco y negro, casi como un documento de la época y utilizando exteriores reales. Con el fin de la censura fascista, se podía mostrar la delincuencia real, las miserables condiciones de vida, el abandono de los niños y la dura situación de las mujeres. El neorrealismo se convirtió en un movimiento de denuncia social y, por primera vez, centra su atención en los niños y las mujeres, no siendo obligatorios los finales felices.

Los recursos técnicos eran tan precarios, que se impuso un cine más austero, no se utilizaban estudios de grabación, ni decorados. Se redujo la iluminación y el sonido no se grababa en directo. Se intentaban tomas cada vez más largas, para que resultase más real y verídico. Aunque le calidad y coherencia del guión era fundamental para los neorrealistas, la improvisación un recurso indispensable 

En el reonerralismo, los auténticos protagonistas eran los personajes reales que se interpretaban a sí mismos. Personas que narraban sus propias vivencias, ya fuesen clases populares o grupos marginales.

Los directores otorgaban una gran importancia a la expresión de los sentimientos, siendo estos priorizados sobre la imagen. Se buscaban primeros planos del semblante de los actores o acticres para mostrar sorpresa, dolor o desengaño, con un efecto muy similar a las imágenes del cine silente. Para transmitir mayor realismo, se utilizaban los dialectos italianos de cada zona de rodaje y, con ello, conseguir mayor autenticidad.

Aunque el movimiento neorrealista tenía un denominador común en cuanto a sus principios sociales y de denuncia de la realidad, cada director consiguió imprimir a sus películas un sello personal y diferenciado. Así, en el cine de Visconti encontramos un fondo social, marcado por sus ideas marxistas que afectan a la sociedad y a las clases sociales establecidas. En el cine de Rossellini, encontramos un cine más individual, donde el hombre prevalece sobre lo colectivo, con un sentimiento ético próximo al cristianismo. 

En De Sica encontramos un cine humanista, que nos muestra al individuo transformado por sus circunstancias, niños de familias rotas, hombres desesperados por la falta de trabajo, ancianos deshechados por la sociedad, todos ellos víctimas de la desigualdad, la pobreza, la injusticia y la insolidaridad. 

El título en italiano, «Sciuscià» es la deformación en lengua napolitana del término inglés «shoes shine» que indica Limpiabotas. El término nació después de la Segunda Guerra Mundial durante el periodo de ocupación norteamericana, para indicar a los niños de la calle que trataban de ganarse unos dólares, o chicles o cigarrillos limpiando los zapatos de los militares yanquis.
La acción tiene lugar en Roma y alrededores, en los primeros meses de 1946, basado en un soberbio de Cesare Zavattini. Dos jóvenes amigos Giuseppe (Rinaldo Smordoni) y Pasquale (Franco Interlenghi), son dos jinetes de corazón y su ilusión es comprarse un caballo, pero no se lo pueden permitir con lo que ahorran ejrciendo de limpiabotas en las calles de Roma. 

Un día, Attilo, el hermano mayor de Giuseppe, visita a los dos chicos. Attilo explica a Pasquale que Panza, un mafioso de la zona, tiene trabajo para ellos, vendiendo productos en el mercado negro. En realidad los mafiosos utilizan Pasquale y Giuseppe como gancho, ya que Panza y Attilo asaltarán las casas donde ellos previamente han vendido sus mercancias. Mientras tanto, los chicos tienen dinero suficiente para comprar el soñado caballo.
La policia termina atrapando a Giuseppe y Pasquale, que son enviados a un reformatorio-cárcel. Los malos tratos y la incomprensión, hará que afloren sentimientos como la desconfianza, el recelo, la codicia y la pérdida de su inocencia infantil, que terminará con su amistad en un trágico final.
Una película conmovedora, un amargo retrato de los niños de la Postguerra, ante la indiferencia de unos adultos embrutecidos por años de lucha y miseria.
Los niños de las calles de Roma, limpiando las botas a militares norteamericanos
Los chicos van por la ciudad con el caballo
Los muchachos escuchando su suerte futura
Giuseppe y Pasquale terminana en el reformatorio-prisión
Los chicos en el reformatorio-prisión


FICHA TÉCNICA :

Director: Vittorio De Sica 

Guión Sergio Amidei, Adolfo Franci, Cesare Zavattini, Cesare Giulio Viola


FotografíaAnchise Brizzi (B&W)
Música: Alessandro Cicognini

Productora: Alfa Cinematografica
Reparto: Franco Interlenghi, Rinaldo Smordoni , Annielo Mele, Bruno Ortenzi, Emilio Cigoli 

 

«Sciuscià» (El limpiabotas) de 1946 dirigida por Vittorio de Sica

«Quién inventó el ascensor es un genio, dice Giuseppe
Dímelo a mí, dormí en uno durante tres meses» Pasquale 

En mi cine hasta el amanecer, traigo un film emocionante, «El Limpiabotas» de 1946 dirigida por Vittorio de Sica, que junto a Luchino Visconti y Roberto Rossellini fueron los máximos exponentes del neorrealismo en la Italia de la postguerra. 

De Sica, había rodado otras películas bajo el férreo control que el estado fascista ejercía sobre el cine y su industria. Sin embargo, en su primera película, una vez terminada la guerra, adopta casi todas las características del estilo Neorrealista.

El contenido de «El Limpiabotas», es un reflejo fiel de la Italia de los años de la postguerra, una población triste y hambrienta. En sus películas, se describe la cotidaneidad de la vida de sus gentes, en blanco y negro, casi como un documento de la época y utilizando exteriores reales. Con el fin de la censura fascista, se podía mostrar la delincuencia real, las miserables condiciones de vida, el abandono de los niños y la dura situación de las mujeres. El neorrealismo se convirtió en un movimiento de denuncia social y, por primera vez, centra su atención en los niños y las mujeres, no siendo obligatorios los finales felices.

Los recursos técnicos eran tan precarios, que se impuso un cine más austero, no se utilizaban estudios de grabación, ni decorados. Se redujo la iluminación y el sonido no se grababa en directo. Se intentaban tomas cada vez más largas, para que resultase más real y verídico. Aunque le calidad y coherencia del guión era fundamental para los neorrealistas, la improvisación un recurso indispensable 

En el reonerralismo, los auténticos protagonistas eran los personajes reales que se interpretaban a sí mismos. Personas que narraban sus propias vivencias, ya fuesen clases populares o grupos marginales.

Los directores otorgaban una gran importancia a la expresión de los sentimientos, siendo estos priorizados sobre la imagen. Se buscaban primeros planos del semblante de los actores o acticres para mostrar sorpresa, dolor o desengaño, con un efecto muy similar a las imágenes del cine silente. Para transmitir mayor realismo, se utilizaban los dialectos italianos de cada zona de rodaje y, con ello, conseguir mayor autenticidad.

Aunque el movimiento neorrealista tenía un denominador común en cuanto a sus principios sociales y de denuncia de la realidad, cada director consiguió imprimir a sus películas un sello personal y diferenciado. Así, en el cine de Visconti encontramos un fondo social, marcado por sus ideas marxistas que afectan a la sociedad y a las clases sociales establecidas. En el cine de Rossellini, encontramos un cine más individual, donde el hombre prevalece sobre lo colectivo, con un sentimiento ético próximo al cristianismo. 

En De Sica encontramos un cine humanista, que nos muestra al individuo transformado por sus circunstancias, niños de familias rotas, hombres desesperados por la falta de trabajo, ancianos deshechados por la sociedad, todos ellos víctimas de la desigualdad, la pobreza, la injusticia y la insolidaridad. 

El título en italiano, «Sciuscià» es la deformación en lengua napolitana del término inglés «shoes shine» que indica Limpiabotas. El término nació después de la Segunda Guerra Mundial durante el periodo de ocupación norteamericana, para indicar a los niños de la calle que trataban de ganarse unos dólares, o chicles o cigarrillos limpiando los zapatos de los militares yanquis.
La acción tiene lugar en Roma y alrededores, en los primeros meses de 1946, basado en un soberbio de Cesare Zavattini. Dos jóvenes amigos Giuseppe (Rinaldo Smordoni) y Pasquale (Franco Interlenghi), son dos jinetes de corazón y su ilusión es comprarse un caballo, pero no se lo pueden permitir con lo que ahorran ejrciendo de limpiabotas en las calles de Roma. 

Un día, Attilo, el hermano mayor de Giuseppe, visita a los dos chicos. Attilo explica a Pasquale que Panza, un mafioso de la zona, tiene trabajo para ellos, vendiendo productos en el mercado negro. En realidad los mafiosos utilizan Pasquale y Giuseppe como gancho, ya que Panza y Attilo asaltarán las casas donde ellos previamente han vendido sus mercancias. Mientras tanto, los chicos tienen dinero suficiente para comprar el soñado caballo.
La policia termina atrapando a Giuseppe y Pasquale, que son enviados a un reformatorio-cárcel. Los malos tratos y la incomprensión, hará que afloren sentimientos como la desconfianza, el recelo, la codicia y la pérdida de su inocencia infantil, que terminará con su amistad en un trágico final.
Una película conmovedora, un amargo retrato de los niños de la Postguerra, ante la indiferencia de unos adultos embrutecidos por años de lucha y miseria.
Los niños de las calles de Roma, limpiando las botas a militares norteamericanos
Los chicos van por la ciudad con el caballo
Los muchachos escuchando su suerte futura
Giuseppe y Pasquale terminana en el reformatorio-prisión
Los chicos en el reformatorio-prisión


FICHA TÉCNICA :

Director: Vittorio De Sica 

Guión Sergio Amidei, Adolfo Franci, Cesare Zavattini, Cesare Giulio Viola


FotografíaAnchise Brizzi (B&W)
Música: Alessandro Cicognini

Productora: Alfa Cinematografica
Reparto: Franco Interlenghi, Rinaldo Smordoni , Annielo Mele, Bruno Ortenzi, Emilio Cigoli