Vincente Minnelli: «Un artista que podía materializar el mundo de los sueños»

El director de cine Vincente Minnelli ( 1903 – 1986),  nacía un 28 de Febrero en Chicago, en el seno de una familia que regentaba un pequeño teatro itinerante de origen siciliano, llamado  Minnelli Brothers. Después de graduarse en la escuela, trabajó como fotógrafo para Paul Stone, quien se especializó en fotografiar actores de teatro. 

Su interés por el teatro creció y se interesó mucho por el arte y se sumergió en el mundo artístico de modo autodidacta. El primer trabajo de Minnelli en el teatro fue en el Chicago Theatre, donde trabajó como diseñador de vestuario y escenografía. Se trasladó a Nueva York, donde pronto se convirtió en director de escena y su experiencia en el teatro se convirtió en su sello personal en sus futuras películas. 

Además de haber dirigido algunos de los musicales más conocidos de su época, Minnelli realizó muchas comedias y melodramas.

Los musicales de Vincente Minnelli 

La primera película que dirigió, fue Una cabaña en el cielo (1943), donde trabajó con el exigente coreógrafo Busby Berkeley y fue visiblemente influenciada por el teatro. En la película trabajaron bastantes estrellas de raza negra y durante el rodaje, el director del estudio les dijo a los actores de color que no se les permitía comer en el economato de MGM. Cuando el jefe de estudio Louis B. Mayer se enteró de esta situación, invitó a los artistas negros a unirse a él en su comedor privado. Todos los artistas pudieron comer en la comisaría al día siguiente. 

La película se estrenaría en blanco y negro, pero Vincente Minnelli pensó que podría verse mejor en sepia. Probaron una sección de la película en sepia y todos estuvieron de acuerdo en cambiar el color, así quedó como lo disfrutamos ahora.

Poco después, dirigió Meet Me in St. Louis (1944), durante el rodaje se enamoró de la estrella de la película, Judy Garland. Finalmente se casaron en 1945 y la hija de ambos, Liza Minnelli, se convirtió también en cantante y actriz y la familia Minnelli es la única en que el padre, la madre y la hija  ganaron los Oscar. 

Todo el elenco y el equipo quedaron inmediatamente impresionados con la atención al detalle de Vincente Minnelli en cada toma. Había consultado a la autora de la novela en la que se basa la película Sally Benson, sobre cómo deberían verse los interiores de la casa de Smith, y la escritora había proporcionado una gran cantidad de información de primera mano.

En uno de los musicales más universales que dirigió Vincente Minnelli  An American in Paris (1951), contó con la colaboración con Gene Kelly que coreografió la película, incluida una larga secuencia de ballet  final. A pesar de las objeciones de Gene Kelly que quería filmar en París, la película se rodó en MGM Studios en California, en 44 sets construidos para la película. Según los informes, fue difícil para el estudio seguro arreglos de viaje o lugares para filmar. Dos tomas en la foto son de París, pero no involucran a Kelly. 

Una de las principales razones por las que Gene Kelly sugirió a Leslie Caron como protagonista fue porque sintió que esta película necesitaba una chica «real» francesa interpretase a Lise, no quería a una actriz estadounidense que fingiera ser francesa. 

Finalmente fue elegida  la música de George Gershwin (1898- 1937), que la había había conspuesto inspirado en la influencia del jazz mientras visitaba esta última ciudad en la década de 1920.  Gershwin declaró en diversas entrevistas que la pieza tenía la intención de encarnar el hedonismo y la alegría de los años veinte que los franceses llamaron «les Années folles» («los años locos»).  Ello le valió un Oscar, así como también fue el primer musical en ganar el Oscar y el Globo de oro a Mejor película. 

Muchos consideran que  Melodías de Broadway 1955  es el mejor musical de la historia. Porque, además de contar con excelentes canciones y coreografías inolvidables, sabe combinar la alegría propia del género con cierta sensación de tristeza. Nunca se volvería a repetir un momento como ése, con un Fred Astaire eterno, como siempre, con una Cyd Charisse en pleno esplendor de su talento y belleza. 

En lo más alto de su carrera como director Vincente Minnelli dirigió la película Gigi (1958) que le valió su único como Mejor Director y la película ganó otras ocho estatuillas. Como solía hacer con sus películas, Vincente Minnelli dirigió su mirada hacia el mundo del arte en busca de inspiración sobre cómo debería verse cada escena. Encontró inspiración en el trabajo del caricaturista francés Sem, cuyos bocetos habían sido admirados por la propia Colette cuando estaba escribiendo los personajes originales en Gigi. 

La inspirada dirección de Vincente Minnelli ha llevado a Gigi (1958) a ser ampliamente considerado su obra maestra. Una gran parte de esto se debió a que MGM le permitió filmar la historia en Francia, un permiso que le había sido denegado siete años antes con Un americano en París (1951). El don de Minnelli para fusionar colores y texturas alcanzó su cénit en ésta película 

Las comedias de Vincente Minnelli 

Aunque no se acercó en demasiadas ocasiones a éste género, firmó dos de las películas más populares en la década de los años cincuenta. En 1950 dirigió El padre de la novia, que cuenta con un reparto acertadísimo, con el siempre efectivo Spencer Tracy, que se mueve a las mil maravillas en este tipo de comedias, con la estupenda Elizabeth Taylor en uno de sus primeros papeles tras haber participado en la famosa adaptación de Mujercitas y Joan Bennett que ganó el papel a Katharine Hepburn.

Tras una fachada inocente, Minnelli plasma una realidad burguesa diseccionando una sociedad de consumo ya consolidada en los años cincuenta en Estados Unidos, representados, en este caso, por un acomodado padre de familia que se ve devorado por situaciones en las que la apariencia y las formas lo son todo.

En 1957 Vincente Minnelli dirigió la magnífica comedia Mi desconfiada esposa con un extraordinario guión de George Wells que le valió un Oscar. En una de las pocas comedias en las que intervino Gregory Peck, interpreta a Mike Hagen, cronista deportivo de un periódico neoyorquino, que se ha trasladado a Los Ángeles  para cubrir la información de un importante torneo de golf. Allí conoce a la diseñadora de moda, Marilla Brown (Lauren Bacall). Se enamoran a primera vista y se casan precipitadamente, antes de su regreso a Nueva York. Mike es tosco, severo, desordenado y franco. Ella es sofisticada, de gustos refinados, elegante, suspicaz y fogosa. Los amigos de él son abiertos, sinceros, primarios y toscos. Los amigos de ella son refinados, aficionados al arte, elegantes y sutiles.

El choque entre los dos mundos dan lugar a numerosas situaciones de enredos muy  divertidas y aunque Minnelli se esfuerza en mantenerse neutral entre los dos mundos que retrata, se inclina claramente a favor de uno de ellos: el del arte, la música, el baile y la moda. 

La faceta dramática de Vincente Minnelli 

Es sorprendente la extraordinaria versatilidad de éste director polifacético. En su extensa filmografía encontramos algunos extraordinarios trabajos dramáticos. Su primera incursión de éxito fue la adaptación de la novela de Gustave Flaubert  Madame Bovary (1949), considerada por muchos como su obra maestra. 

Después de su anterior y costoso fracaso de taquilla de El pirata, el director Vincente Minnelli trabajó duro puliendo las aristas de ésta película, temiendo que de lo contrario se le acusara de extravagancia e hizo que el compositor Miklós Rózsa compusiera el tema del vals que se grabó mucho antes del inicio de la filmación.

En 1952 dirige uno de mis títulos favoritos sobre el cine dentro del cine, Cautivos del mal . En ella Kirk Douglas es Jonathan Shields aquel productor de raza en sus duros inicios, cuando tras la muerte de su padre Hugo Shields, un famoso productor arruinado, tuvo que reinventar la depauperada productora Shields. 

Lo consigue asociándose con otro productor ejecutivo Harry Pebble (Walter Pidgeon) y buscando las tres figuras claves del éxito cinematográfico; el director, la actriz (y/o actor) con nombre, y el guionista que le proporcionarían el emblema mágico del éxito, que refleja la consigna que no paraba de repetir a sus empleados; «…no quiero conseguir loas de mi obra, sólo necesito hacer películas que acaben con un beso y que me reporten pingües beneficios…»

El personaje de Shields es considerado como una mezcla del productor David O. Selznick, Orson Welles y el productor Val Lewton.

En 1956 realizó la adaptación de la novela de Irving Stone Lust for Life , sobre la vida del maestro Vincent Van Gogh que se publicó por primera vez en 1946 y MGM compró los derechos de la película en ese año. Sin embargo, la compra tenía un factor adicional: la película tendría que hacerse dentro de diez años o los derechos volverían al autor. MGM tardó mucho tiempo en decidir si hacer o no la película y la finalmente tuvo que hacerse contra el reloj. 

Kirk Douglas encarnó mediante una interpretación comprometida, sensible y magistra al famoso pintor. Una oportunidad para disfrutar de sus hermosas pinturas «La Noche Estrellada», «Los Girasoles», «Café de Nuit» y muchas otras. Un guión inmenso, muy poético y filosófico hablando de la naturaleza y su relación con la humanidad, las dificultades de las distintas fases de la vida y una muestra del sufrimiento y esperanza de maestro. El Loco del pelo rojo refleja las ansias de vivir de Vincent Van Gogh, su valentía para convivir con una enfermedad que lo consumía y su eterno e incondicional amor a la Pintura.   

A pesar de todas estas obras sublimes, la reputación crítica de Minnelli sufrió  ciertas fluctuaciones, siendo admirado o despreciado en Estados Unidos como un «estilista puro» que, en palabras de Andrew Sarris, «cree más en la belleza que en el arte «. Sin embargo, parte de la crítica describió a Minnelli como «el mejor director de musicales cinematográficos que haya visto la pantalla». 

A principios de los sesenta en Francia, fue alabado por la crítica de Cahiers du Cinéma, quienes vieron en él «un visionario cinematográfico obsesionado con la belleza y la armonía «. 

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

2 comentarios sobre “Vincente Minnelli: «Un artista que podía materializar el mundo de los sueños»

Deja un comentario